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viernes, 13 de junio de 2008

¡Cuidado a la hora de informar!

Por Clara L.

Sigamos el ejemplo de Colombia…


El estilo periodístico


El estilo periodístico que ha de utilizarse en el periodismo referente al tema de la discapacidad se rige, en primer lugar, por aquellas normas comunes a toda clase de información y, luego, por las normas específicas, que se refieren al tratamiento adecuado y al lenguaje particular de la temática de las personas con discapacidad.


Normas generales:

  • El estilo se ajustará a las reglas gramaticales y sintácticas del idioma español.
  • Los textos deben ser claros, coherentes, interesantes, precisos, fluidos y sencillos.
  • En cada párrafo se organiza una idea principal y las ideas secundarias que se desprendan para su mejor comprensión.
  • Los juegos de palabras se prestan a malas interpretaciones y deben ser excluidos de todo lenguaje periodístico.
  • El registro de un hecho debe hacerse en términos descriptivos sin especular acerca de los sentimientos o intenciones de los protagonistas. La narración de los hechos concretos dejará en el lector la impresión que sea, según sus propios sentimientos.
  • Los términos alusivos a los años de una persona tales como joven o anciano, deben ser remplazados por la edad exacta de la misma.
  • Son inadmisibles términos como numerosos, una gran cantidad, la mayoría.


Normas específicas:

  • La expresión discapacidad, por sí sola, genera actitudes inadecuadas en los receptores. Por tanto, es necesario rescatar el valor de inclusión activa, mencionando al protagonista como una persona con discapacidad... No se debe desligar el término discapacidad del contexto persona con... Se trata de no utilizar la sustantivación del adjetivo que entraña la palabra "discapacitado", ni sus equivalentes gramaticales: deficiente, minusválido, impedido, etc.
  • Si se quiere mencionar la condición de la persona, a partir del diagnóstico médico o si se trata el tema, en términos eminentemente clínicos, se expresará la discapacidad física..., la discapacidad mental... Se usan también expresiones como la limitación auditiva es producto de...; la limitación visual genera...
    Siempre se buscará contextualizar la discapacidad como un evento social que se presenta antes del nacimiento o en el desarrollo de la vida, sin centrarlo en las causas patológicas, pues no debe asumirse como una enfermedad sino como una condición particular que conlleva a la reorientación de un proyecto personal de vida, mediante la rehabilitación.
  • El lenguaje utilizado para comunicar temas relacionados con la discapacidad, deberá ser de fácil comprensión para el común de los lectores.
  • Si se hace necesaria la utilización de términos poco usuales o técnicos, deberá explicarse su significado en forma sencilla.
  • Toda referencia a la persona con discapacidad se hará en forma que no atente contra su dignidad o sentimientos, evitando el uso de expresiones de lástima, desprecio, fastidio, impresión, sorpresa, rechazo o cualquier otro tipo de prejuicio.
  • Deben estar excluidos del lenguaje periodístico utilizado en los temas referentes a las personas con discapacidad, los localismos, regionalismos y provincialismos que discriminen, maltraten o hagan alusión a la discapacidad.
  • Son inaceptables las expresiones que puedan tener sentido ofensivo para una persona o grupo de personas con discapacidad. Se preferirá, por ejemplo, personas con discapacidad visual en lugar de "los cieguitos", por acuerdo temático universal se hace referencia a las personas con discapacidad cuando se habla de todas ellas.
  • Los adjetivos calificativos deberán ser usados con tal mesura y prudencia, que no den a entender la posición, pensamiento, prejuicios o temores de quien escribe. Deberán ser remplazados por datos concretos que permitan al lector una ilustración seria de los hechos.
  • Tanto la magnificación de la persona como el sobre-dimensionamiento de sus características o la mengua de sus potencialidades, deben ser abolidas del lenguaje periodístico.
  • La tendencia periodística debe inclinarse hacia el lado positivo de la discapacidad y hacia las políticas concretas para atender necesidades, sin desconocer su realidad.
  • El énfasis en la discapacidad de una persona deberá ser exactamente el necesario para completar el retrato del personaje si el artículo periodístico lo amerita, sin añadirle aspectos de mal gusto o morbosos.
  • El estilo, el vocabulario, la intensidad y el distanciamiento emotivo, la profundidad o ligereza del detalle han de estar en consonancia con el resto de la noticia, tratada con toda naturalidad.
  • En el título se evitará mencionar la discapacidad de la persona. Si ello fuese absolutamente imprescindible, la referencia a la misma no se hará en la palabra inicial.
  • En el "lead", párrafo de entrada o encabezado de la información y respuesta a las seis preguntas básicas (qué, quién, cuándo, dónde, cómo y por qué) la mención a la discapacidad se justifica, si contesta, precisamente a alguno de estos seis interrogantes.
  • En el cuerpo del trabajo periodístico, se seguirán los criterios indicados en los numerales 13 y 14, y se utilizarán términos apropiados, explicando su significado cuando sea aconsejable.
  • El empeño por un trabajo periodístico de calidad se da por la intervención desde varias miradas: la persona con discapacidad, los profesionales de la comunicación y las personas especializadas en el tema. Las primeras, por su propia vivencia; las segundas, por su interés y competencia, y las terceras, por su conocimiento directo.

Sería bueno tomar como referencia estos puntos y ponerlos en práctica en el periodismo de nuestro país. Así comprenderíamos que la persona con capacidades diferentes también merece respeto e igualdad de trato frente a toda la sociedad.

Fuente: “Guía de Estilo Periodístico para informar sobre discapacidad”, Oscar Saúl Cortés Cristancho, Colombia, 2001

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